Mi única enfermedad: Exponiendo a un padre narcisista
Esa malformación congénita al que el mundo se empeña en llamar ‘’papá’’ es la espina que, hasta que no te la arranques de cuajo igual que Kirikú hizo con la bruja Karabá, no te podrás salvar. Has entrado aquí leyendo el título, así que sabes de qué hablo. Me alegra que lo hayas hecho, porque…